Kilimanjaro



Una montaña mágica ilumina mis días.
Siempre está ahi, oculta entre las nubes.
Nunca está ahí.

Al atardecer muestra tan solo su cima azul y rosa:
es un regalo de los dioses, de la Vida.

No la conozco, tan solo contemplo esa parte de ella que aparece y desaparece.
Imagino su grandeza, admiro su esplendor.
Altiva y silenciosa eleva su cumbre hacia el cielo.
Siempre está ahí, nunca está ahí.
Montaña mágica que ilumina mis días.
Mailisita, Tanzania 1 octubre 2001

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
guau! debe ser impresionante!

besos!
María Cristina ha dicho que…
¡Realmente lo es! Tuve la suerte de vivir 8 meses enfrente del Kilimanjaro, y verlo todos los días nada más despertar. Es algo que nunca olvidaré...

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