Reflexión

La vida y la muerte caminan juntas. Solo cuando experimentamos la pérdida de una persona amada nos damos cuenta de lo que teníamos cuando esa persona estaba a nuestro lado, y tomamos mayor conciencia de la temporalidad de las cosas.
Creo que después de una pérdida entendemos la vida de otra manera. Es el gran "regalo" que nos hace la persona que nos deja, el ayudarnos a crecer, a valorar las cosas de otro modo, a apreciar aquello que tenemos por pequeño que parezca.
He aprendido que el tiempo hay que disfrutarlo. A menudo cuando estamos en una relación, perdemos demasiado tiempo en pequeñas discusiones, enfados, regañinas de un día a día que se convierten en "montañas" cuando ya no tienes a esa persona a tu lado. Damos por echo que estaremos siempre juntos, que envejeceremos junto a esa persona, o que la veremos crecer y moriremos antes que ella (en el caso de los hijos). Pero muchas veces el destino tiene preparados otros planes...
Por eso quiero deciros a todas/os que tratéis de amar de verdad a vuestros seres queridos, de no discutir por vanalidades, de aprovechar el tiempo que esta vida tan pasajera os permita vivir juntos.
En "El libro tibetano de la vida y la muerte" dice que para vivir plenamente en esta vida tendríamos que ser conscientes a cada segundo de la muerte. Eso no significa vivir asustados, sino vivir el momento ya que al momento siguiente puede que ya no estemos. Ahora sé por propia experiencia que eso es así.
Amaros de corazón porque después... ya no hay vuelta atrás...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
es verdad Cris, gracias por la reflexión, yo lo estoy intentando, la convivencia con mis padres no es fácil, pero a cada segundo me acuerdo que quizás no los vuelva a ver e intento disfrutarlos y aceptarlos como son...

besotes
MartaSada ha dicho que…
Lo mismo que Marcela, jeje. Es tan cierto, y lo repetimos tantas veces, pero al tiempo es tan difícil concentrarnos en aplicarlo a la vida minuto a minuto. Yo por mi parte, seguiré incansablemente intentándolo, por eso que no quede!! Un abrazo, y de nuevo gracias!!
♥ meninheira ♥ ha dicho que…
Gracias por recordárnoslo Cristina.

Un besiño muy grande
Rafael ha dicho que…
Muchas gracias Cristina, que cierto y que difícil al mismo tiempo...
María Cristina ha dicho que…
Si, si que es difícil pero hay que intentarlo. De verdad, tenemos que disfrutar de nuestros amores y de nuestros hijos, y padres, y amigos. La vida es... y después ya no es...
Airenita ha dicho que…
Lo cierto es que vivimos como si no supieramos que existe el fin, los días pasan con pequeñas tonterías o con otras más grandes, a veces leemos algo que nos recuerda que hay que vivir como si fuera el último día juntos, pero se nos olvida de nuevo con tanta rapidez.... Y de repente los conflictos no solucionados, las palabras que cuesta decir, todo se queda sin solucionar y sin decir y sobre todo sin sentir hasta que ya no hay tiempo.
Gracias Cristina por esta reflexión, me estás ayudando mucho, desde finales de mayo estoy con este tema y es profundo, duro pero sanador. besos.
amigos homeschoolers ha dicho que…
Muchas gracias Cristina por compartir con nosotros tu experiencia y sabiduría. Cuanta razón tienes y que fácilmente se nos olvida a veces...
Muchos besos
María Cristina ha dicho que…
Gracias a todas vosotras por estar ahí.
Besos
Anónimo ha dicho que…
Gracias por las palabras Cristina. Es cierto, a veces damos todo por sentado y no debiera ser así. Debemos de vivir cada día como si fuera el último de nuestras vidas, aunque nos cuesta tanto.
Gracias, ánimo y adelante.
Un abrazo
Ketty

Entradas populares de este blog

Poema de Khalil Gibrán sobre los hijos

Una vida singular

Autobiografía en cinco actos