No pude retenerla...
No pude retenerla… La vida me la entregó y yo se la devolví a la vida para que viviera, para que soñara, para que disfrutara de sus propias experiencias, sin depender de mí. No pude retenerla… El dolor de mi corazón es tan grande que solo se consuela sabiendo que ella ahora es feliz, que tiene lo que yo no le supe entregar, porque para mi ese no es el Camino, pero para ella de momento sí. No pude retenerla. Ni tampoco renunciar a mi vida por la suya. Trato de enseñarle que el verdadero amor es el que nos da la libertad de ser quienes somos, independientemente de los apegos. Que el verdadero amor existe siempre, sin tiempo ni distancia. No la amo menos por estar sin ella, sino aún más… si cabe… más… Y sólo encontré un modo de hacer realidad sus ilusiones: no retenerla sino dejarla volar. Si… no pude retenerla, pero ahora ella es feliz. Varanasi, 6 de febrero 2018